jueves, 19 de septiembre de 2013

SOLO PARA MUJERES Cap. 8 FINAL



Cap.8 Final


A.- ¿Qué?, habla ya, me estas poniendo nerviosa.

G.- Que es lo que más deseo, que estoy completamente convencida de que lo quiero tener contigo, y legalmente, tendría dos mamás.

> ¿Quieres?...Alexandra....

Yo estaba boquiabierta, es lo que siempre había deseado un hijo, y me lo quería dar la mujer que tanto amaba.

A.- Si, si, si, sí. Si quiero.

G.- Vale, mi amor...déjamelo todo a mí, en cuanto tenga toda la información, nos ponemos en ello.

Un hijo, nuestro hijo, mi hijo.

No podía ser más feliz.

Meses más tarde ya teníamos la clínica elegida y habíamos comenzado el tratamiento, sólo nos hacía falta algo muy importante.

Nos faltaba el esperma y aunque en la clínica nos facilitaron donantes anónimos, yo no quería eso.

Quería que fuese alguien especial en mi vida y al cual le daría una gran alegría.

Hablé con Gabriella y estuvo de acuerdo conmigo.

Esa misma noche invitamos a Pierre a cenar.

El sabia de nuestro deseo de ser madres y a él le encantaban los niños.

Estábamos cenando en la mesa, cuando comenzamos a hablar de que teníamos todo preparado, pero que necesitábamos algo de él.

P.- ¿De mí?...¿En qué os puedo ayudar?

A.- Sabes que eres muy importante para mí...siempre me has ayudado y que te quiero mucho.

P.- Cielo, ¿qué te pasa?, me estas preocupando.

G.- Vamos cariño, díselo ya...

A.- Vale, ahí va..., Pierre, ¿Quieres ser tú el donante de esperma?

Pierre se quedó blanco.

P.- ¿Yo?, ¿yo?, ¿yo?...

Gabriella y yo comenzamos a reír.

G.- Si, tú, nos haría ilusión...

P.- Para mí sería un honor, un sobrinito...al cual malcriar.

A.- Ehhhhhhh, para.... ¿Malcriarlo?, creo que me lo voy a pensar.

Me abracé a Pierre, los dos reíamos.

En todo momento estuvo claro que las madres legítimas seriamos nosotras.

Pierre renunciaba a todo derecho sobre el niño.

En la primera inseminación no tuvimos suerte, Gabriella abortó.

En la segunda no hubo ningún problema, el embarazo marchaba perfectamente.

El día que comenzamos a sentir las pataditas de nuestro bebé, fuimos a celebrarlo.

A los 5 meses nos dijeron que era niño.

Comenzamos a preparar la habitación del bebé en azul y blanco.

Gabriella ya estaba en el séptimo mes de gestación.

Esa noche cuando llegué a casa, me la encontré en la habitación del bebé sentada en la mecedora, cantándole una nana y tocándose la barriguita.

Me arrodille junto a ella, poniendo mi mano sobre la suya.

Saque de mi bolsillo una cajita, y se la entregue a Gabriella.

Cuando Gabriella la abrió sus ojos brillaron.

Junté sus manos con las mías.

A.- Gabriella...¿Quieres casarte conmigo?

Gabriella me sonrió.

G.- Creí que nunca me lo ibas a pedir...claro que quiero.

Preparamos la boda rápidamente, algo sencillo e íntimo, pero que nos unía para siempre.

2 meses más tarde teníamos entre nuestros brazos a nuestro hijo Alejandro.

Pierre e Iacovo estuvieron en el hospital, hasta que Alejandro decidió venir al mundo.

Una vez que nos felicitaron y Pierre beso dulcemente al pequeño, nos dejaron a solas.

G.- ¿Sabes?, soy la mujer más feliz del mundo.

A.- Tú me lo haces sentir a mi cada día, soy muy afortunada...

Nos besamos, mientras cada una tenía cogida una manita de Alejandro.

G.- Te amo....

A.- Te amo....


FIN



1 comentario:

  1. muy buena la historia me encanto... me gusta cuando el amor vence ....

    bueno este blog esta muy bien... historias...apuntes... muy picantico...

    Diana

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