Empezaban los desfiles de moda y mi Boutique no
se merecía menos.
Al día siguiente, cogía el primer avión rumbo a
esa maravillosa Ciudad.
Si no fuese porque me encanta Madrid, viviría
en París...allí suelo viajar a recuperar fuerzas.
En el aeropuerto me esperaba mi amigo Pierre,
un encanto de hombre.
Me acompañó al Hotel y quedamos en vernos para
cenar, quería presentarme a su novio Iacovo.
Por la noche nos encontrábamos cenando en un
restaurante magnífico a la luz de la luna, después de todo soy romántica.
Pierre e Iacovo hacían una pareja estupenda, se
les veía muy enamorados.
En un momento dado Iacovo se ausentó de la mesa
y Pierre me abordó.
P.-¿Cómo estas cariño?, ¿tienes alguna relación
sentimental?
A.- No, Pierre, sigo con mi "trabajo"
y mi Boutique, por ahora me llenan completamente.
P.- A ver cariño, necesitas a alguien a tu lado
y los italianos son ...como te lo diría.....auténticos.
Es más conozco a un amigo de Iacovo...
A.- Ehhhhhhhh para, para....¿pero qué dices?,
no quiero hombres.
P.- ¿Que pasa?, ¿todavía no lo has superado?
Me quedé mirándolo absorta en mis
pensamientos....
I.- ¿Que os pasa?, ¿interrumpo?
A.- No, por favor Iacovo, no interrumpes nada.
Ufffff pensé, salvada... no quería hablar,
bueno, recordar ese tema.
Ya entrada la madrugada me despedí de ellos y
me fui a mi Hotel, necesitaba dormir y no pensar nada.
Al día siguiente comenzaban los desfiles.
Estuve una semana entera entre desfile y
desfile, aunque mereció la pena, modelos exclusivos para mi Boutique.
Pierre me llamó por teléfono, había estado toda
la semana esquivándolo, quería verme y que habláramos. La verdad, era mi
psicólogo personal, siempre estuvo cuando lo necesité y siempre me apoyó.
No podía dejarlo de lado, así que quedé con él
a solas.
Nos encontramos en una terraza, para tomar
café.
Pierre me esperaba sentado en un
rinconcito.....mientras me acercaba a él no dejaba de mirarme a los ojos.
Me acerqué, le di un beso en la mejilla y me
senté a su lado.
A.- Hola Pierre, ¿hace mucho que esperas?
P.- No cariño, he llegado hace 5 minutos.
A.- Bueno aquí me tienes....
P.- Sabes Alexandra, me tienes preocupado, todos
los hombres no son iguales, y te lo digo por experiencia.
A.- Pierre!!!!!, por favor para.....no quiero
volver al tema.
P.- Quiero que hablemos......que saques esa
rabia que llevas en tu interior.
A.- Sabes que es duro para mí. No puedo tener
hijos Pierre, todo lo que había deseado en mi vida....
Odio a los hombres, odio a mi padre, odio a
Ismael....
Una lágrima empezó a caer por mi mejilla, la
cual con mucho amor me limpiaba Pierre.
P.- Cariño desahógate...
Pierre, sólo tenía 19 años, estaba enamorada,
Ismael....mi primer amor, el cual piensas que es para toda la vida.
Era maravilloso estar a su lado, aprendí a
besar con él, con el único hombre que he hecho el amor.
Pero me defraudó...
Siento tanta rabia de que no me creyera...
Su padre.....cada vez que iba a su casa notaba
algo en la mirada de ese hombre, pero no sabía el que.
Hasta que Ismael tuvo que salir al garaje a
sacar el coche..... en ese momento su padre se abalanzó sobre mí, tirándome al
sofá, besándome.....
En ese momento entró Ismael, sus ojos.....nunca
olvidaré su mirada.
Su padre comenzó a decirle que yo me había
insinuado, que por eso iba tanto a su casa.
Que era un golfa....yo lloraba de impotencia, desesperación,
pero Ismael no quiso ver la verdad y esa misma tarde me dejó.
A las dos semanas siguientes, me enteré que
estaba embarazada, pensé que quizá.....era nuestro hijo!!!.
No quiso saber nada de mí, me dijo que era una
puta y que me acostaba con cualquiera, a saber de quién era ese bastardo.
Me quedé hundida, no sabía qué hacer, hasta que
se lo dije a mis padres.
Dios, que horror, mi madre llorando. Y mi padre
diciendo que tenía que abortar, que era muy joven para echar mi vida por
tierra.
Me obligó, no tuve opción, estaba deprimida,
sin fuerzas para luchar.
Y aquí me tienes, después de ese aborto.....me
dejaron estéril.
Mi mayor ilusión se quebró aquel día.
No creo en el amor, no quiero enamorarme, no
quiero que me toque ningún hombre.
Por eso hago mi "trabajo" sólo con
mujeres, sólo es sexo por dinero.
Pierre se levantó y me abrazó. Fue un abrazo
reconfortante, sentir el calor de otro persona sin pedirme nada a cambio…me
sentía protegida entre sus brazos.
Besó mi frente
y se sentó de nuevo, mirándome con cariño.
Después de mi charla con Pierre, los días
siguientes transcurrieron con normalidad.
La noche anterior a mi regreso a Madrid, Pierre
me sorprendió con una grata sorpresa, Iacovo le había pedido vivir juntos, a lo
cual mi amigo estaba loco de felicidad.
Esa noche los dejé a solas para que lo
celebraran en la intimidad.
A la mañana siguiente Pierre me acompañó al
Aeropuerto, estaba radiante.
Nos fundimos en un cálido abrazo y le deseé
toda la suerte del mundo.
Volvía de nuevo a la realidad.
Al día siguiente de mi llegada, recibía una
llamada, me pedía sobre todo discreción.
Me vestí con traje de chaqueta, me recogí el
pelo, me maquillé y me fui al Hotel.
Al abrir la puerta me quedé impresionada.
Yo conocía a esa mujer.
Hola-me dijo- ya veo que me has reconocido...
A.- Si, vamos es imposible no hacerlo.
Frente a mí se encontraba la mujer de un famoso
político.
Si no te importa llámame Sara-me dijo- bajando
la mirada.
A.- Como tú quieras, cielo.
S.- Antes de nada, ¿serás capaz de hacerlo
conmigo? ¿No te doy asco?
A.- ¿Qué? ¿Te puedes explicar?
S.- Mírame, estoy gorda, mi marido no hace
conmigo el amor desde......bueno, ya ni me acuerdo.
Por eso he recurrido a ti, me avergüenzo de mi cuerpo,
me doy asco a mí misma.
Se me echó a llorar en mis brazos.
S.- Yo no era así, mi marido comenzó a serme
infiel y yo...yo, lo único que hice para no pensar en ello fue empezar a
comer....quería olvidar que estaba con otra y no conmigo.
No tenemos hijos, no puedo tenerlos ¿sabes?,
eso es muy duro...
Esa mujer me recordó mi drama...
Comencé a acariciarle el pelo suavemente,
intentando calmarla.
Le levanté la barbilla y le di un beso en los
labios.
S.- De verdad...dime...¿quieres?
A.- Por supuesto cielo, deja de llorar y no
pienses en nada.
Me dejé el pelo suelto y le pedí que comenzara
a desnudarme.
Sara era muy dulce, su cara era preciosa y
aunque rellenita no suponía ningún problema para mí.
Siempre he pensado que la belleza se ve en cómo
es la persona, no por su físico.
Y Sara era especialmente bella.
Fui desnudándola muy despacio, tocando cada
milímetro de su cuerpo, acariciándola, haciéndola sentir deseada.
Una vez las dos desnudas, nos fuimos a la cama,
Sara tenía una flexibilidad increíble.
Besé todo su cuerpo, la hice sentir mía.
La cara de Sara era el reflejo de todo el
placer que estaba sintiendo.
En su primer orgasmo, me abracé a ella,
sintiendo ese calor que nos envolvía.
S.- Alexandra eres estupenda....
A.- No cielo....
S.- Me has tratado con mucho cariño, has sido muy
dulce conmigo, gracias....
A.- ¿Gracias?, pero si aún no hemos terminado.
Sara me sonrió, sonrojándose a la vez.
Y me volví a fundir en su cuerpo.
Los días transcurrían con normalidad.
La Boutique iba viento en popa, tenía 2 empleadas,
muy monas ellas....
Hasta que una de ellas por razones de trabajo
de su marido se tuvo que ir destinada a otra ciudad.
Necesitaba a alguien más, yo no podía estar pendiente
de la Boutique todo el día, así que puse un anuncio.
Vinieron decenas de posibles candidatas, a dos
de ellas las puse una semana a prueba y me quedé con Gabriella. Una chica
menudita, de ojos rasgados y mirada fascinante.
Era elegante, discreta, simpática,....vamos
todo lo que pedía yo para mi Boutique, alguien con clase.
Por lo menos mi empresa iba bien, ya que en mi
"trabajo" las dos últimas semanas habían sido desastrosas.
Una de las llamadas que recibí era de una mujer
ya mayor 50 años me dijo, la edad no me importaba, aunque si las cosas que me
pedían.
Esta mujer me dejó claro por teléfono que le
gustaba el sado...
Su mayor excitación era que la dejaran marcada
y después hacerlo ella.
Me negué en rotundo, eso no iba conmigo, no iba
a dejar que me marcaran mi cuerpo, era mi herramienta de trabajo.
Otra de las llamadas que recibí.......vamos me
lo soltó de carrerilla.
Soy mujer, 32 años, me gusta la lluvia dorada y
me da asco que me toquen, sólo toco y hago yo.
Otra que rechacé.
Pero que les pasaba, pensaba, necesitaba sexo.....me
apetecía.
Pero no me vendía por esas cosas, no había
llegado donde estaba, para retroceder y ofrecer mi cuerpo a semejantes
vejaciones.
Hasta que recibí otra llamada.
Bueno admito sabes dejarme en lo mejor... mmm interesante.... ya veremos que pasa con la llamada..esta muy bueno este relato...
ResponderEliminarespero el proximo capitulo...
Diana
Ya conozco mejor a Alexandra pero me dejas con la miel en los labios con esa llamada en espera.
ResponderEliminarMe dejas impaciente esperando la continuación.
Bonita historia y muy bien contada.